La técnica consiste en la introducción de un anestésico local y/o corticoide a través de una aguja especial en la columna vertebral lumbar o torácica en un lugar llamado “espacio peridural” para tratar dolores de la región torácica, lumbar, pelvis y piernas.
En ocasiones, se puede colocar un catéter en el espacio peridural de manera permanente para administrar de modo repetido la medicación sin tener que realizar punciones reiteradas, que aumentan las complicaciones para el paciente.